Gósol vota “sí”: un pueblo del Berguedà inicia el cambio de Lleida a Barcelona
Un pequeño municipio del Prepirineo catalán ha encendido un debate insólito sobre división territorial y administración pública. El pueblo de Gósol (Berguedà, con menos de 200 habitantes) ha votado mayoritariamente a favor de solicitar el cambio de provincia: dejar de depender de Lleida e incorporarse a la provincia de Barcelona. Un hecho que, de culminarse, sería inédito en Cataluña.
Resultados de la consulta popular
El pasado 7 de diciembre de 2025, Gósol celebró una consulta popular no vinculante organizada por el ayuntamiento. Con una participación que superó ligeramente el 50 % del censo, 88 vecinos votaron a favor del cambio, mientras que solo 12 se opusieron. No se registraron votos en blanco ni de “no sabe/no contesta”.
El criterio de voto se estableció para electores mayores de 16 años empadronados en el municipio, y el resultado fue considerado por el equipo de gobierno como una voluntad clara y contundente de la comunidad para iniciar el proceso.
¿Por qué quieren el cambio?
Según fuentes municipales, esta iniciativa no responde a ningún impulso identitario puramente emotivo, sino a una cuestión práctica y de eficiencia administrativa:
- Gósol está más conectado socioeconómicamente con el Berguedà y el área metropolitana de Barcelona que con las tierras de Ponent.
- Su situación geográfica genera confusiones y dificultades burocráticas, como quedar excluido automáticamente de planes y subvenciones dirigidos a municipios de Barcelona.
- Los servicios sanitarios, la movilidad y los vínculos comerciales del municipio son mucho más estrechos con los territorios cercanos a Barcelona y al Berguedà que con el núcleo de Lleida.
El alcalde de Gósol, Rafael López (ERC), ha subrayado que la consulta da legitimidad a una reivindicación histórica y que ahora será necesario trabajar administrativamente para hacerla efectiva.
¿Qué pasa ahora? Trámites y retos legales
Aunque el referéndum municipal ha tenido un resultado claro, no es suficiente para hacer efectivo el cambio. El proceso implica varios pasos:
- Elaborar un informe municipal que recoja los resultados y las motivaciones de los vecinos.
- Solicitar informes favorables a las Diputaciones implicadas (Barcelona y Lleida), al Consejo Comarcal del Berguedà y a la Generalitat de Cataluña.
- Finalmente, para que el cambio sea efectivo, se necesitaría la aprobación del Congreso de los Diputados, ya que la Ley de división provincial de España exige modificaciones legales en estos casos.
Los expertos coinciden en señalar que, a pesar de la claridad de la votación, el recorrido burocrático puede ser largo y complejo, y no hay garantía de que este itinerario se complete con éxito.
Un precedente con ecos más allá de Cataluña
A nivel estatal, hay precedentes históricos similares, como el caso del municipio valenciano de Gátova, que en 1995 cambió de demarcación de Castellón a Valencia tras varias décadas de reivindicación y un proceso legislativo final aprobado por el Congreso.
En Cataluña, sin embargo, nunca se había producido un cambio de provincia tan evidente como el que se plantea con Gósol, aunque sí ha habido cambios de comarca dentro de la misma demarcación en otros puntos de la región.
Reacciones y perspectivas
El caso ha generado interés periodístico y social por su singularidad y por la forma en que pone de relieve algunas incoherencias del mapa administrativo catalán: un pueblo inmensamente ligado —cultural, geográfica y administrativamente— al Berguedà y Barcelona que, sin embargo, se ve obligado a depender de Lleida.
Los vecinos y el ayuntamiento de Gósol consideran que este proceso podría abrir la puerta a futuras reivindicaciones territoriales similares, especialmente en municipios con identidades y vínculos supracomarcales fuertes.
La votación en Gósol no es solo una anécdota local, sino un hecho inédito en la administración catalana que pone sobre la mesa la cuestión de la coherencia territorial y la gestión de los servicios públicos. Con un resultado muy claro a favor, comienza ahora una etapa de negociación, informes técnicos y posibles modificaciones legislativas que podrían tener implicaciones más allá del propio pueblo.