Pau Llobet (ERC): “Buen verano y quiéranse”
El último pleno de la temporada en Granollers, el que marcaba el ínterin de la legislatura y el pistoletazo de salida para las vacaciones estivales de nuestros políticos, fue de los más tranquilos de los últimos meses y donde el público asistente y los propios partidos políticos se dieron un respiro para volver en setiembre a tope de pilas y con ganas de iniciar lo que será una larga campaña electoral a 2 años vista (hasta mayo del 2027) aderezada con elecciones generales -adelantadas o no- que calentarán el clima político y el cariño que, a fecha de hoy, se tienen nuestros concejales en los plenos y en las comisiones de servicio.
A pesar de ello, en este pleno todos los partidos políticos empezaron a desgranar su carta a los Reyes Magos (de Oriente o de donde sea) y a poner encima de la mesa los problemas de la ciudad y sus carencias: que si seguridad, conflictos laborales, absentismo laboral, alcantarillado, las rampas de la Font Verda, la falta de vivienda social, la construcción de una Residencia para la gente mayor, el futuro del campo de fútbol, los 25 años de un Mercado de Sant Miquel cerrado, el ascensor de la Escuela de Adultos, los proyectos de cubrimiento de la vía del tren, la construcción de viviendas en la zona de la estación de Renfe, etc. etc. etc.….
Todos estos son proyectos o problemas, junto a otros tantos que se han “aparcado” hasta setiembre, pues todos los partidos políticos con representación municipal se han emplazado al próximo “Debate del Estado de la Ciudad” que se celebrará entonces. Es decir, tal como hemos indicado líneas arriba, la vuelta al cole, y el otoño, prometen ser de temperatura elevada, aunque no toque climatológicamente.
Unos (ERC, Primàries o Junts) por marcar estilo y aprovechar el rush final de estos casi dos años hasta las próximas municipales e intentar taponar a una Aliança Catalana (el partido de Silvia Orriols d’Olot) que nos dicen se presenta en Granollers, seguro, en el 2027. Otros, PP y Vox, intentando ganar adeptos y votos en clave española, muy útiles para seguir creciendo, aunque eso ocurrirá sucediendo de forma vegetativa si no cambian de actitud y “hacen más ruido” ante la ciudadanía.
Y en su especial nube, el PSC, que es el auténtico “pernil de l’entrepà” al que todos quieren morder y restarle votos y, sobre todo, esa mayoría absoluta de 5 legislaturas para conseguir convertirse en “su novia” y entrar en gobierno con él. Porque, visto lo visto y si no hay catástrofe sideral, los socialistas de Alba Barnusell serán la fuerza más votada, con diferencia. A pesar de los partidos nacionalistas, a pesar de los partidos españolistas y a pesar de los partidos de izquierda como Podem, Sumar o quien se presente.
No se vislumbra alternativa en Granollers y eso es una auténtica lástima porque la política se enriquece cuando surgen nuevas voces, nuevas propuestas y nueva gente que no se ha dedicado antes a ella y que ahora pueden tener el interés de mejorar su pueblo o ciudad. Y, encima, el hartazgo de los ciudadanos y de los españoles en los políticos se demuestra al contrario de como debiera: con crecimiento de la abstención. Recordemos que la abstención siempre beneficia al más votado, es decir, al PSC que tiene una base de voto fiel enorme y en las últimas municipales la participación no pasó del 50%. Vamos, blanco y en botella. En cualquier caso, eso será visto, debatido, comentado y escenificado por nuestros políticos a partir de setiembre, una vez acabadas las dos cosas más importantes de estas fechas: las vacaciones de verano y la Festa Major de Blanc i Blaus.
Mientras tanto, como dijo el concejal más singular, simpático y poeta del pleno de Granollers, Pau Llobet (ERC), “Buen verano y quiéranse”.