Y el premio al fenómeno social del año es para… ¡Aliança Catalana!

"Lo" de Aliança Catalana

Primer Congrès Aliança Catalana
Justo es reconocer que no sucede cada año que uno pueda asisitir al advenimiento de un partido político, a su mantenimiento, a su consolidación y a quién sabe qué le deparará el futuro. En nuestra historia reciente hemos podido vivir la aparición de varios de ellos. Por su entidad relativa citaría, en orden cronológico de aparición, a UPyD, PODEMOS, CIUDADANOS, y VOX. Dos de ellos han desaparecido ya, los dos centristas; mientras que otros dos permanecen, los más extremistas. Es el signo de los tiempos en esta Europa nuestra.

Un estudio exhaustivo acerca de cualquiera de ellos, como caso de éxito en medio de tantos intentos que no prosperan, debería contemplar elementos cuantitativos y elementos cualitativos: la historia desde sus inicios, las personas que están en su germen y aquellas que se van añadiendo y facilitando su expansión y crecimiento. Tendría que analizar cuáles han sido los elementos determinantes de su éxito, y estudiar para ello el contexto histórico-político del momento, qué fuerzas originaron su aparición, cuál es su estructura organizativa, cómo ha logrado su expansión territorial, qué medios ha utilizado para divulgar su mensaje, cuáles son los ejes de su discurso, qué papel juegan sus líderes y sus lugartenientes, sus resultados electorales y sus variaciones en función del ámbito territorial de cada elección, el origen político de sus cuadros y muchos más criterios que ayuden a hacer una foto precisa del partido en cuestión.

No es éste lugar para tal estudio exhaustivo. En cambio sí me atreveré a comentar un aspecto de Aliança Catalana que entiendo ha permitido su rápido despegue en las encuestas en apenas dos años. Según todos los estudios demoscópicos publicados recientemente, una de las características más curiosas del crecimiento de Aliança Catalana es que recibe votos de antiguos votantes de casi todo el espectro político. A diferencia de PODEMOS o de VOX, que recibieron votos de antiguos votantes de aquellos partidos que les son más cercanos ideológicamente (Izquierda Unida o PSOE en el caso de PODEMOS, y PP en el caso de VOX), ALIANÇA CATALANA recibe apoyos cuyo recuerdo de voto es de lo más variopinto: desde la extrema izquierda nacionalista catalana (CUP) hasta la extrema derecha nacionalista española (VOX).

¿Cómo es esto posible? Evidentemente, no puede deberse a los medios de difusión que emplean ni a las redes sociales ni a ninguna otra forma de hacer llegar su mensaje, sino que tiene que deberse al propio mensaje en sí. Nadie se dejaría llevar por un mensaje que le es antagónico, únicamente por el hecho de que le llegue a través de su red social favorita.

He obviado los artículos de prensa que hablan de AC debido a su posible sesgo ideológico, pero sí he hecho un seguimiento constante de las publicaciones en RRSS del propio partido, que son las que denotan la voluntad del mismo y qué es exactamente lo que pretende comunicar; sin filtros. Creo poder sintetizar que su discurso se mueve en torno a tres ejes:

  1. Xenofobia - anti islamismo – anti inmigración.
  2. Ultranacionalismo - independentismo.
  3. Derroche del dinero público por parte de las Administraciones Públicas.

En este punto hay que hacer una aclaración para quien lea esto desde fuera de Cataluña: en Cataluña tenemos, al igual que en el resto de España, la variable izquierda vs. derecha; pero tenemos una segunda variable: la variable independentismo vs. centralismo español, pasando por sus graduaciones intermedias (más centralista, más autonomista, etc.)

El primer eje le lleva a captar votantes de, pongamos, PP, VOX y JxCAT que, por el motivo que sea, den mucha importancia al tema de la inmigración.

El segundo eje y su independentismo irredento le permite captar votos de todos los sectores independentistas desencantados con el “procés”, que aparcan momentáneamente su posible izquierdismo o centrismo ante el enfado que les provoca haber sido engañados por los partidos que les prometían la independencia en 18 meses.

Finalmente, su discurso contra el derroche de dinero público puede resultar atractivo a cualquier ciudadano; tanto si desde la izquierda piensa que se podría invertir ese dinero derrochado en políticas sociales, como si desde posiciones más conservadoras cree que está sujeto a demasiada presión fiscal.

Es de destacar la astucia de Sílvia Orriols y sus asesores de concentrar todas sus intervenciones en torno estos tres ejes, argumentando que la solución a casi todos los problemas políticos pasa por actuar sobre uno de los tres temas. Da igual si habla de vivienda, de seguridad o de sanidad: su discurso acabará girando en torno a uno o varios de los tres ejes; ninguno más. Estamos frente a un catch all party de extrema derecha.