“Cordón sanitario” …¿Antidemocrático?
En estas líneas voy a escribir sobre tres conceptos muy relacionados entre sí y que deberíamos entender como un conjunto.
La libertad
Miguel de Cervantes en su libro “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” la definía así:
“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.
Esta era su realidad, la del siglo XVII. En nuestra realidad, la del siglo XXI, vemos como la palabra libertad se usa de forma muy arbitraria: “libertad para decidir”, “libertad para actuar”, “lucha por las libertades”, etc. pero la verdad es que en nuestro “mundo”, lleno de normas y de leyes, queda muy poco margen para ejercer la verdadera libertad humana.
Veamos un ejemplo: Cuando votamos para la elección de un representante o un gobernante político no hay un verdadero uso de la libertad, puesto que muchas de las cuestiones están decididas de antemano. En realidad, se está vulnerando tu libertad, puesto que te dan a elegir entre diversas formas de ser, pensar o pertenecer, pero no la tuya. Mi libertad termina donde empieza la tuya, pero jamás me podrás decir cómo debo ser, a dónde tengo que pertenecer o qué necesito pensar.
Democracia
El término proviene del griego demos (pueblo) y kratos (poder), por lo que significa literalmente “poder del pueblo”.
La democracia es un sistema político y de organización social en el que la soberanía reside en el pueblo. Es éste quien ejerce el poder de decisión sobre la conducción del Estado, ya sea de forma directa o a través de representantes elegidos libremente.
Las decisiones se adoptan mediante mecanismos de participación que garantizan la igualdad de derechos entre los ciudadanos y el respeto a las libertades fundamentales, tales como: Soberanía popular, Igualdad ante la ley, Estado de derecho, Respeto a los derechos humanos y libertades individuales, Pluralismo político y participación ciudadana.
Aunque aceptemos que la verdadera democracia es un sistema complejo y exigente requiere mucho más que procedimientos formales La democracia demanda una cultura política sólida, instituciones robustas, ciudadanos informados y participativos, y un compromiso permanente con la libertad, la igualdad y la justicia social.
Y yo me pregunto: ¿Esto se da en nuestra democracia?
“Cordón Sanitario"
El cordón sanitario no es ni más ni menos que una estrategia “política” mediante la cual varios partidos acuerdan aislar a otra formación política considerada extremista o incompatible con los valores “democráticos”, impidiendo su acceso al poder mediante la negativa de pacto o colaboración con ella.
Tiene como principal objetivo evitar que esas formaciones puedan influir en la toma de decisiones o acceder a cargos institucionales y también puede servir para marcar límites ideológicos claros.
El cordón sanitario puede considerarse, si nos basamos en la definición de democracia anteriormente enunciada, como antidemocrático; ya que excluye del juego político a partidos que representan a una parte significativa de la ciudadanía, de hasta el 20 o el 30% de los votantes. Silenciar o marginar a estas fuerzas implica negar el derecho de sus electores a ser representados y a que sus preocupaciones tengan un cauce institucional. Esto erosiona la legitimidad del sistema democrático y aumenta la desafección política.
De igual forma, la aplicación selectiva del cordón sanitario puede percibirse como incoherente o hipócrita si solo se utiliza contra partidos de un espectro ideológico y no contra otros que también han sostenido posturas radicales o polémicas, pero esta vez de izquierdas.
Aplicando el cordón sanitario se actúa sobre los síntomas (el auge de partidos radicales), pero no sobre las causas que explican su crecimiento, como el descontento social, la crisis de representación o la falta de respuesta a problemas reales (inmigración, seguridad, economía, etc.) No se puede dejar a una buena parte de la población sin voz por intereses partidistas.
Mi experiencia
Asistí a un pleno municipal, de un municipio del Vallés Oriental. Su equipo de gobierno es del mismo partido político que el que gobierna la Generalitat de Catalunya y del mismo partido político que gobierna España. En dicho pleno se vetó a un partido de extrema derecha. No se le permitió argumentar nada, de la misma forma que pasa en el Parlament y en las Cortes españolas…
Los votantes de estos partidos ¿tienen derechos?, ¿Somos demócratas? O ¿somos excluyentes?,
¿Por qué hay partidos de extrema izquierda que sí son escuchados? ¿No hay cordón sanitario para sus votantes? ¿Dónde está la igualdad, el respeto, el pluralismo político, la participación ciudadana, la libertad y la democracia?
Estamos creando una seudo democracia donde los que piensan como los que gobiernan tienes unos derechos y unos privilegios diferentes a los “diferentes” y libres de pensamiento. Libertad y democracia deberían ser la base para argumentar y no para construir muros a la libertad de pensamiento y a la verdadera democracia.