​LA CAMPAÑA DEL MIEDO YA HA EMPEZADO

Que viene la derecha

Uno de estos últimos días de la semana nos ha llegado a los móviles de casa uno de esos mensajes encadenados que van rebotando de amistad en amistad y de contacto en contacto.

El contenido del mensaje, bien ideado y muy malintencionado, nos ha dejado boquiabiertos. Y es que se dirige, con una redacción impecable, a los pensionistas “dejándoles claro que si la derecha llega al poder” ya podemos despedirnos de las subidas anuales de las pensiones.

Los impulsores del mensaje afirman sin rubor que la derecha no quiere que las pensiones tengan un aumento anual... “como ya pasó con el Gobierno Rajoy”.

Recuerdo aquellos tiempos en que se criticaba al Gobierno del PP por congelar las pensiones. Fue justo cuando, relevando al Gobierno socialista de Zapatero, Rajoy tuvo que lidiar con una situación heredada que nos había dejado a las puertas de la intervención europea de las cuentas públicas. El país estaba en una crisis económica galopante provocada, en parte, por la mala administración de Zapatero.

Quizás nadie quiere recordar aquello, pero hay que decir que el Gobierno de la derecha logró enderezar el rumbo de las cuentas públicas y evitar que España se convirtiera en un país como Grecia, donde los dictados de la UE hicieron sufrir mucho a los ciudadanos de a pie.

Siempre he creído que la gente vota escuchando más a sus entrañas que a su cerebro y la voluntad de este mensaje es un claro ejemplo.

Se utiliza, mejor dicho, se manipula la opinión popular con el miedo, haciendo que la gente tome decisiones y vote arrastrada por el relato y las medias verdades en lugar de votar en conciencia y sobre datos objetivos. Quieren con este mensaje llegado a los móviles, influir en 10.000 pensionistas para que voten a la izquierda “para garantizar el poder adquisitivo de sus pensiones”.

Que cada uno vote en conciencia por la opción política que crea conveniente pero que nadie se deje llevar por el miedo, por el aviso de algunos de “que viene el lobo”.

¿Quién no respondería afirmativamente a un presunto razonamiento que te toca el bolsillo? –Me pregunto–.

Pues quien piense con el cerebro y sea capaz de cuestionar los relatos y pensar por él/ella mismo/a.