El pacto que nunca falla: PP y PSOE se suben el sueldo en Madrid
Mientras miles de madrileños lidian con alquileres imposibles, listas de espera sanitarias eternas y salarios que apenas rozan la dignidad, los diputados del PP y del PSOE en la Asamblea de Madrid han encontrado un punto de acuerdo: subirse el sueldo. No para mejorar la gobernabilidad. No para reforzar los servicios públicos. Solo para beneficiarse a sí mismos.
En julio de 2025, ambos partidos aprobaron una subida salarial que eleva el sueldo base de los diputados hasta 3.883 euros brutos al mes, con complementos que pueden superar los 5.900 euros mensuales. ¿La justificación? “Dignificar la política”. Pero ¿qué dignidad hay en blindarse el bolsillo mientras se ignora el sufrimiento cotidiano de la ciudadanía?
Este acuerdo no es aislado. Es el tercer incremento consecutivo en apenas un año, acumulando un 8,5% de subida. Mientras tanto, los trabajadores públicos ven cómo sus mejoras se estancan y los jóvenes siguen emigrando por falta de oportunidades.
PP y PSOE no se ponen de acuerdo para solucionar el colapso de la atención primaria, ni para garantizar vivienda asequible, ni para llegar a un pacto nacional en Educación, ni para la prevención de incendios, ni para frenar la precariedad laboral. Pero cuando se trata de sus sueldos, el entendimiento es inmediato. El bipartidismo no gobierna para ti, gobierna para sí mismo.
Incluso Isabel Díaz Ayuso, que quedó fuera de la subida por decisión propia, no ha cuestionado el fondo del acuerdo. Y mientras VOX y Más Madrid votaron en contra, el pacto ya está firmado y sellado.
El mensaje es claro: la clase política tradicional se protege a sí misma. En lugar de liderar con ejemplo, se atrinchera en privilegios. En lugar de escuchar, se aísla. En lugar de servir, se sirve.
Este tipo de decisiones alimenta el desapego ciudadano, la desconfianza y el hartazgo. Porque cuando el único consenso entre los grandes partidos es el aumento de sus propios beneficios, ¿qué esperanza queda para una política que represente realmente al pueblo?