Tras la inesperada derrota en el Palau Olímpico ante el Slovan eslovaco (27-35)

El BM Granollers depende de terceros para seguir en Europa

El ataque eslovaco superó a los vallesanos en el Palau

El Balonmano Granollers demostró la noche del martes en el Palau Olímpico de la capital vallesana la importancia de tener dinero que proporcione un banquillo profundo y recambios suficientes ante cualquier contingencia. El martes, los vallesanos sufrieron la “fiebre de lesiones” y se mostraron si varios de sus hombres clave en pista que, por ejemplo, dejó muestras evidentes de inseguridad y “agujeros” imposibles de reparar en defensa. Las bajas de Palomino o Freitas, por ejemplo, motivaron que los minutos del resto de compañeros fueran muchos más de los deseados y ese peaje se acabó pagando.

Porque nadie hubiera dicho que, tras finalizar el primer tiempo con victoria parcial de los de Antonio Rama por 16-13, iban a pasar problemas ante un conjunto eslovaco al que se le venció, y muy bien, en su pista hace sólo siete días (29-34). Sin embargo, en una segunda parte digna de olvido y de las peores que hemos visto en mucho tiempo, los locales abandonaron posibilidades de un resultado mejor llegando a perder por un parcial de ¡¡ 11-22 !!, en sólo 30 minutos, nada menos. Lo que se viene denominando un rapapolvo en toda regla.

Cansancio, desasosiego, pérdida de agilidad mental y física y bajada de brazos ante la propia desesperación dieron al traste con el buen trabajo realizado en Eslovaquia y ponen mucho más que en peligro el pase de los catalanes a la siguiente ronda, o Main Round. Lo elevan a la categoría del “casi imposible”.

Clasificación European League a 18-11-25

De hecho, en este momento el Granollers ya no depende de sí mismo si no de los resultados del propio Slovan y del “juez” danés que sigue imbatido y con paso firme por este grupo, el Skandeborg, con cuatro victorias tras cuatro partidos. Los de Rama deben visitar a los daneses a domicilio el próximo martes 25 y, si hubiera milagro, soñar con que estos ganen a Slovan en Eslovaquia y el Granollers a Baia Mare rumano en el Palau el 2 de diciembre.  O, como alternativa, si los de Rama perdieran en Dinamarca, que también lo hiciera el Slovan ante el Baia Mare y el propio Skandeborg en la última jornada, siempre y cuando los catalanes no perdieran en casa con los rumanos, claro.

En definitiva, un lío de consideración que abre la puerta a unos eslovacos que se veían fuera hace siete días y que ahora son la gran cenicienta agradecida del grupo C de la European League de balonmano.