¡Nada cambia...y nosotros sin movernos!

Sánchez frente a Feijóo

Cuando echas un vistazo a la situación política española te dan ganas de llorar. Nuestros representantes se enzarzan un día y el siguiente en acusaciones perpetuas sin llegar a un mísero acuerdo que nos beneficie a todos. Siguen emperrados en peleas de patio de colegio y buscan la descalificación del contrario como estrategia.

Nuestros representantes muestran un nivel de república bananera cuando presencias un debate en el Congreso o en el Senado y si me apuras en cualquier parlamento (y hay muchos y con mucha gente cobrando de la sopa boba) ya sea autonómico o local.

Pero en España mientras ellos discuten y se insultan (y cobran de todos nosotros) hubo una Dana que por negligencia de alguien (ya sea por políticas medioambientales estatales wokes o por indeterminación de prevención autonómica) se cobró la vida de más de 200 personas. Hubo un apagón total de luz y electricidad al que se suma el que hubo ayer en la Isla de la Palma (por si no tuvieron bastante con el volcán). Los transportes públicos van de mal en peor con retrasos y cancelaciones de Renfe y Rodalies a diario a los que se añade la cancelación ayer del Alvia de Extremadura a Madrid por avería tan solo dos días después de su inauguración.

Y a todo esto, en ningún momento veo a la gente que se levante y salga a la calle para exigir, si tuviéramos un poco de dignidad, la dimisión de los responsables de todos estos desastres,  ya sean locales, autonómicos o estatales. Nadie dimite ni da explicaciones y siguen en sus puestos como si nada pasara.

Tampoco nadie sale a dar explicaciones a la gente. Los ministros o responsables de las empresas de servicios se blindan y desconectan de los afectados, seguros de su manifiesta impunidad.

Y si dirigimos la mirada hacia el tercer poder del Estado, el judicial...

¡Nadie del Gobierno se altera ante la imputación de todo un Fiscal General del Estado! No entenderé jamás cómo a esa imputación no le sigue de la mano una dimisión o un cese hasta que se aclare todo el asunto. Aunque fuera inocente, no puede seguir en su cargo ni un día más por el bien de la Institución.

Y tampoco la cosa tiene visos de mejorar ya que a la misma reforma de la carrera judicial propuesta por el Gobierno, se oponen los jueces y fiscales en activo por considerar que pone en serio peligro la sagrada independencia judicial. Ayer se manifestaron claramente en contra y a pesar de ello el ministro de justicia dice no sentirse aludido.

¡Vaya esperpento!

Y a todo esto la gente, anestesiada y agobiada por los propios problemas de subsistencia del día a día, calla y se desinteresa cada vez más de su élite política ya que sus políticos (a los que paga) están a años luz de querer solucionar los problemas reales, enfrascados como están en peleas de "saloon"  del salvaje oeste.

El máximo responsable de todo, lo digo sin acritud y solo por aquello de que ostenta el cargo superior, es decir, nuestro Presidente del Gobierno, lleva un mes y medio sin responder a ninguna pregunta de los periodistas que le interrogan una y otra vez por cada uno de los casos que he mencionado antes y demasiados años sin responder claramente a cualquiera de los escándalos que han sacudido el país. Él, o bien pasa por delante de ellos despachándolos con un amable "buenos días", o bien elude responder a cualquier pregunta directa (tal como hace siempre en el Congreso o en las escasas ruedas de prensa en las que participa) lanzando balones fuera hablando de la ineptitud o corrupción de su oponente político.

Y los agentes sociales, los sindicatos y demás agrupaciones que dicen defender nuestros intereses (los de las personas anónimas y de a pie) se mantienen en silencio y solo las veo manifestarse en Madrid (por la gestión de la pandemia en la Comunidad gobernada por Ayuso) y en Valencia (pidiendo la dimisión de Mazón). No me parece mal que la gente se manifieste si lo cree necesario de hecho es lo que estoy pidiendo, pero que solo salgan en estos dos territorios me hace pensar en otros intereses al ver que, casualmente, estas dos comunidades están gobernadas por el PP.

¿Acaso no hay motivos suficientes en otras partes de España para salir a la calle?