En este escenario en 1998, surgió Hugo Rafael Chávez Frías, quien impulsó un proyecto político que transformó de manera radical la estructura del Estado al instaurar el “socialismo del siglo XXI”. Con una alta intervención estatal, en la economía, programas sociales y culturales, en el 2013, muere Chávez y Nicolás Maduro Moros asumió el poder, lo cual genero la caída de los precios del petróleo, agravo las crisis económicas y las crecientes tensiones sociales. Desde entonces, el país ha experimentado una de las crisis más complejas de su historia contemporánea, marcada por la destrucción del aparato económico, hiperinflación, migración masiva, colapso de servicios básicos y una polarización política extrema.

¿Calidad democrática?
Venezuela se encuentra en un punto de inflexión. El gobierno de Nicolás Maduro ha consolidado su control sobre las principales instituciones del Estado, desde el Poder Judicial hasta el Consejo Nacional Electoral, lo que ha intensificado los cuestionamientos sobre la calidad democrática del país. De acuerdo con informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de diversas organizaciones internacionales, Venezuela atraviesa severas restricciones democráticas y limitaciones en derechos fundamentales como la libertad de prensa, de asociación y de participación política.
La comunidad internacional, por su parte, mantiene posiciones divididas: mientras Estados Unidos y la Unión Europea aplican sanciones económicas y políticas en un intento de presionar por cambios, naciones como Rusia, China e Irán continúan respaldando al gobierno como aliados estratégicos. Esta configuración geopolítica refuerza la idea de que el futuro político del país permanece incierto, condicionado tanto por la posibilidad de alcanzar consensos internos como por la dinámica de las presiones externas.
Más de la mitad de la población en la pobreza extrema
El entorno social de Venezuela refleja un marcado deterioro en la calidad de vida de la población. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2023), más del 81% de los ciudadanos vive en situación de pobreza y un 53% en pobreza extrema, lo que evidencia la incapacidad de gran parte de los hogares para cubrir sus necesidades básicas. El derecho a la alimentación se encuentra severamente comprometido: más del 60% de las familias reporta inseguridad alimentaria moderada o severa.
La salud pública también atraviesa una crisis estructural; la Organización Panamericana de la Salud advierte que en la última década ha migrado cerca del 60% del personal médico especializado, mientras persiste la escasez de medicamentos e insumos hospitalarios. En el ámbito educativo, la matrícula estudiantil se ha reducido de manera significativa debido al éxodo masivo de la población y a la necesidad de muchos jóvenes de incorporarse al trabajo informal para contribuir al sustento familiar. A ello se suman restricciones a los derechos ciudadanos consagrados en la Constitución de 1999, entre ellos la libertad de expresión: de acuerdo con Espacio Público, solo en 2022 se documentaron más de 280 violaciones a este derecho, que incluyeron censura, persecuciones y detenciones arbitrarias de comunicadores.
El salario mínimo: 1 dólar al mes
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía venezolana ha experimentado un colapso sin precedentes en la región, un proceso progresivo que se inició en 2013 y se extiende hasta la actualidad. Entre 2013 y 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) se desplomó en más del 80%, una contracción solo comparable a la de países en guerra. La hiperinflación, que comenzó formalmente en 2017, eliminando el poder adquisitivo de los ciudadanos: la inflación anual fue cercana al 234% en 2022 y 360% para 2023, manteniéndose actualmente esta dinámica que sigue afectando la vida de las personas.
El salario mínimo oficial se mantiene en 130 bolívares mensuales, lo que equivale aproximadamente a un dólar al mes según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (130,06 Bs/$). Incluso sumando los bonos adicionales entregados por el gobierno, el ingreso de los trabajadores está muy lejos de cubrir la canasta básica alimentaria, lo que los coloca en una situación de precariedad extrema. La dolarización informal ha profundizado la desigualdad social: quienes acceden a divisas pueden afrontar parte de la crisis, mientras que quienes dependen solo de ingresos en bolívares quedan atrapados en la pobreza estructural.
El sector petrolero, históricamente motor de la economía venezolana, pasó de producir más de 3 millones de barriles diarios en 1998 a alrededor de 700.000 barriles en 2023, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Este colapso ha limitado la capacidad de ingresos del Estado y restringe cualquier intento de recuperación económica.
En 2024, la producción promedió 921.000 barriles diarios, lo que representó un incremento del 17,6 % respecto a 2023 y reflejó una leve recuperación de la industria. Sin embargo, en los dos últimos años la tendencia ha vuelto a ser descendente, a pesar de que Venezuela posee las mayores reservas probadas de crudo del mundo.
La producción petrolera sigue siendo incierta debido a la falta de inversión, el deterioro de la infraestructura y las sanciones internacionales que afectan su capacidad operativa. En lo que va de 2025, no existen proyecciones oficiales confiables que indiquen un aumento significativo en la producción.
El petróleo que no fluye
En las dos últimas la economía de Venezuela ha sido profundamente impactada por la caída de la producción petrolera, que pasó de más de 3 millones de barriles diarios en 1998 a cerca de 700.000 en 2023, redujo notablemente los ingresos fiscales y de exportación. Lo cual limitó la capacidad del Estado para sostener programas sociales y financiar importaciones esenciales.
En igual sentido, las sanciones particularmente las de EE. UU, que ha conducido a una reorientación de mercados, incluyendo revocaciones de licencias para exportar, han obligado a Venezuela a reorientar sus exportaciones hacia mercados menos regulados o aliados (como China u otros países fuera del bloque occidental). Esta gestión ha generado aumento los costos de transporte, seguridad e implica condiciones menos favorables.
Los efectos macroeconómicos: inflación, divisas y presupuesto
- Inflación: Menos ingresos petroleros netos, mayores costos para exportar, reducen la entrada de divisas al país, lo que a su vez reduce la capacidad del Estado para importar bienes básicos y estabilizar precios.
- Presupuesto: Si los ingresos caen, el gobierno enfrenta dificultad para cumplir obligaciones sociales, salariales, de inversión pública, entre otras.
- Tipo de cambio / divisas: Los ingresos petroleros son una de las pocas fuentes importantes de divisas. Esto representa menos ingresos, menor oferta de divisas para el mercado local y aumenta la brecha cambiaria.
Como se ha señalado, Venezuela posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, estimadas en más de 300.000 millones de barriles, lo que representa cerca del 18 % de las reservas globales. Sin embargo, este potencial energético no se ha traducido en desarrollo económico debido a la gestión limitada de la producción, la falta de inversión y las sanciones internacionales. A pesar de la abundancia de recursos, la capacidad para explotarlos de manera eficiente sigue siendo reducida. Por ello, la administración adecuada de estas reservas resulta fundamental para garantizar la sostenibilidad de la economía nacional.

En el grafico se observa las cuencas principales de reservas de hidrocarburos de Venezuela, con una producción expresada en (MMB = Millones de Barriles)
Reservas de Hidrocarburos: MMB = Millones de Barriles |
|
Cuenca |
Producción |
Cuenca Oriental |
26.3036 |
Cuenca Occidental |
44.570 |
Cuenca Barinas-Apure |
1.541 |
TOTAL |
72.414 |
La cuenca de hidrocarburos es una región geológica donde, a través de millones de años, se ha acumulado y conservado petróleo y gas natural. Se caracteriza por la propiedad de combinar rocas generadoras de materia orgánica, rocas de almacén que son porosas y permeables donde se acumulan los hidrocarburos y rocas sello que son impermeables e impiden su escape.
Exportación de crudo de Venezuela

En el grafico se observa la drástica reducción y el cambio de destinos de las exportaciones de petróleo crudo de Venezuela entre 2018 (antes del embargo) y 2021 (después del embargo).
Comparativa de Exportación de Crudo de Venezuela: 2018 vs. 2021 (Miles de Barriles/Día) |
Región de Destino |
Volumen en 2018 (Antes del Embargo) |
Volumen en 2021 (Después del Embargo) |
Variación |
---|---|---|---|
Norteamérica |
625 |
0 |
-625 |
Porcelana (China) |
225 |
310 |
+85 |
India |
320 |
250 |
-70 |
Hispanoamérica |
134 |
26 |
-108 |
Resto de Asia |
217 |
27 |
-190 |
Europa/Oriente Próximo |
No dispone de información |
No dispone de información |
No dispone de información |
Reducción de las Ventas
Entre 2018 y 2021, las ventas de petróleo se redujeron en dos tercios (625.000barriles por día). Esto pone en evidencia el grave impacto del embargo en la capacidad de producción y exportación de Venezuela.
- El pequeño gráfico en la esquina inferior derecha muestra una disminución histórica de las exportaciones a lo largo del tiempo, con una fuerte caída visible alrededor de 2019 (el momento del embargo).
Cambio en los Destinos de Exportación
El grafico utiliza flechas para mostrar el volumen y la dirección de las exportaciones en 2018 (rojo claro/rosa) y 2021(rojo más oscuro).
- Pre-embargo (2018): Las exportaciones estaban más diversificadas, con flujos significativos hacia América del Norte, Europa y una cantidad sustancial hacia China, India y el resto de Asia.
- Post-embargo (2021): Las exportaciones se concentraron fuertemente hacia Asia, específicamente:
- El flujo hacia América del Norte y Europa prácticamente ha desaparecido (o se ha vuelto insignificante).
- El mayor volumen se dirige al Resto de Asia (317mil barriles/día), con flujos menores, pero aún sustanciales hacia China (102) y la India (50).
- También se mantiene un flujo menor hacia Hispanoamérica (28mil barriles/día).
El embargo detuvo con éxito el volumen de las exportaciones de Venezuela y forzó un cambio geopolítico en su comercio petrolero, alejándola de los mercados occidentales tradicionales (América del Norte, Europa) y haciéndola cada vez más dependiente de los mercados asiáticos para sus ventas de crudo.
Un país paralizado
Venezuela atraviesa una profunda crisis política, social y económica sumamente compleja y grave, cuyos efectos han impactado drásticamente la vida de todos sus habitantes.
La parálisis del país es el resultado de la persistencia y profundización de problemas estructurales que comprometen su estabilidad y futuro:
- Colapso Económico y Alta Inflación: La hiperinflación ha erosionado el poder adquisitivo y destruye la confianza en la moneda nacional, sumiendo a la población en una precariedad constante.
- Deterioro de la Renta Petrolera: La dramática caída e inestabilidad de los ingresos petroleros, que históricamente han sostenido a la nación, ha dejado al Estado sin su principal fuente de divisas y financiación.
- Debilidad Productiva Estructural: La fragilidad del aparato productivo nacional agravada por años de desinversión y controles imposibilita generar empleos estables y bienes basicos, forzando una dependencia casi total de las importaciones.
- Desequilibrios Fiscales: La persistencia de déficits fiscales insostenibles obliga a la emisión de dinero inorgánico o al endeudamiento, alimentando el ciclo inflacionario y la inestabilidad macroeconómica.
¿Podrá Venezuela volver al sentido común, a la libertad necesaria y a generar la riqueza que le permita ser una gran nación americana?