Puente, el ministro de las mil caras y todas malas

Oscar Puente llegó como un pequeño ciclón a la política nacional. Tras un discreto paso por la portavocía del PSOE, su chabacana réplica en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo lo catapultó a una fama de la que ya no se ha apeado, especialmente tras su nombramiento como ministro por Pedro Sánchez.

Oscar Puente
photo_camera Oscar Puente

Pero como decía García Márquez, lo único que hay peor que la mala salud es la mala fama. Y en el caso de Puente, cualquiera que sea la cara con la que se le mire, en todas destaca por su mala fama. Unas caras que lo vienen definiendo de forma indefectible como un maleducado, un cobarde, un mentiroso, un encubridor y ahora, también, como un incompetente.

Maleducado porque jamás se ha visto un ministro más grosero y faltón que este individuo, siendo múltiples los ejemplos en los que ha hecho caso omiso a las más elementales normas de decoro que deben guiar el proceder y las declaraciones de un miembro del Gobierno de España.

Nuestro articulista, el senador Paco Bernabé, preguntando a Puente si conocía a la famosa Jessica
Nuestro articulista, el senador Paco Bernabé, preguntando a Puente si conocía a la famosa Jessica

Cobarde porque su táctica de bloquear a adversarios políticos en redes sociales con el fin de que no lo critiquen, para luego pasar a insultarlos desde ese mismo ámbito sin que tengan posibilidad de réplica, pone de manifiesto su alma de abusón, pero sin las agallas para decir las cosas a la cara y guarecido siempre tras sus guardaespaldas para que nadie se le pueda acercar.

Mentiroso porque cuando le pregunté, en la comisión de investigación del caso koldo en el Senado, por los enchufes en la contratación de Jésica y demás amantes de Ábalos, así como por los viajes oficiales que hacía el ministro acompañado por estas señoritas, me respondió que todo estaba en orden y que el proceder del ministerio había sido ejemplar, cuando la Guardia Civil ha demostrado que todo fue una sinvergonzonería más del PSOE.

Encubridor porque cuando, una vez descubierto el pastel, en esa misma comisión le volví a preguntar si pensaba investigar esos y otros gravísimos escándalos de corrupción realizados en su propia casa por quien fue el numero dos del Partido Socialista y mano derecha de Sánchez, su respuesta fue un tajante no, cuando él tendría que haber sido el primero en auditar esos presuntos delitos y no el protagonista en ocultar o silenciar los hechos que allí pasaron y las pruebas que los acreditan.

Puente, contestando enojado en la Comisión Koldo
Puente, contestando visiblemente enojado, en la Comisión Koldo

E incompetente, porque nunca ha existido un ministro de Fomento que haya provocado semejante caos en los transportes como el que ha generado este señor, lo que se hace especialmente visible con ocasión del desastre ferroviario que está sufriendo nuestro país. Unos trenes que hasta que llegaron los socialistas eran ejemplo de puntualidad y buen funcionamiento y que hoy son un auténtico esperpento, con ferrocarriles que no salen o, lo que es peor, nunca llegan, dejando tirados, abandonados y desinformados a sus viajeros allá donde se encuentren.

Hablábamos de fama y la de Puente ya le precede, porque pocos casos tan paradigmáticos como el suyo para lo de criarla y echarse a dormir, pues en un tiempo récord ha conseguido que cualquiera que piense en él lo tenga identificado como un político maleducado, cobarde, mentiroso, encubridor e incompetente.

Puente llegó al Gobierno diciendo que venía a sanear, pero lo hizo solo para tapar la gravísima corrupción del Partido Socialista. Y será recordado por ello, así como por haberse cargado nuestro sistema ferroviario, pero también, y muy especialmente, por ser el ministro que tuvo mil caras. Y que todas fueron malas, por desgracia para nuestra querida España.

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