Lo último que nos faltaba por ver es como los jóvenes propalestinos de Arrán, la rama juvenil extremista, antisistema y anarquista de la CUP, han colocado una pancarta en un ediuficio municipal donde ponen como eslogan la famosa frasecita “Del riu fins el Mar, Palestina vencerá”, todo un grito de guerra que propone que desde el Jordán hasta el mar todo el territorio israelí se convierta en Palestino. Vamos, un signo de dudosa paz y armonía en un momento en el que las partes están sentadas negociando en Egipto (justo dos años después de los ataques terroristas perpetrados por Hamás el 7 de octubre del 2023).
Obviamente todo este gasto en tela viene al caso por el escaso impacto de la flotilla Global Sumud que capitaneaba Gretta Thundberg y tenía como artista principal a Ada Colau (con unas ganas terribles de recuperar protagonismo mediático de cara a una más que probable vuelta a la política municipal barcelonesa), así como a diputados y diputadas, concejales y concejals, de ERC, la Cup y varios más que han ido a “pillar cacho” mediático para que sus partidos no se quedaran fuera de juego…
Pero lo que más sorprende es que el gobierno de Junts del pueblo de Illa, gobierno en minoría por cierto, no haya quitado, transcurridos varios días, la pancarta tras la famosa “mani” y a otra cosa mariposa. Porque, al final, ha tenido que convivir la propalestina, con su pancarta y con la del mes de la Gent Gran (gente mayor) y otras varias historias que poco casan con el crucero de la Colau y sus amigos/as. Es la Roca. Sin más. Para lo bueno y lo malo.
