Con la fecha del próximo pleno ordinario ya en el horizonte —martes 28 de octubre—, en teoría debería producirse el relevo formal, aunque con la mayoría absoluta socialista la votación será más trámite que suspense. Sin embargo, lo cierto es que el nombre del nuevo concejal o concejala sigue guardado bajo siete llaves en la caja fuerte de la alcaldesa Alba Barnusell, y las especulaciones empiezan a circular por los pasillos municipales.
Rumores, pasillos y “pasapalabra”
Según la rumorología interna del propio consistorio, los dos siguientes nombres en la lista del PSC (los números 15 y 16) habrían optado por pronunciar la mágica palabra: “pasapalabra”. Dicho de otro modo, habrían declinado entrar como concejales. Eso hace correr el contador hacia abajo, buscando a alguien con disponibilidad horaria y profesional para ocupar el cargo, aunque sea por un año y medio, hasta el final del actual mandato.
Entre el personal municipal ya se comenta que la búsqueda podría llegar a los últimos suplentes de la candidatura, nombres ilustres y veteranos como Rafel Ballús, Josep Pujadas o incluso el exalcalde Josep Mayoral, ubicados en las posiciones 31, 33 y 35 respectivamente.
¿Se imaginan al exalcalde de Granollers volviendo al consistorio como regidor de Manteniment o Neteja Viària? Una escena que, más allá del humor, sería digna de portada. Sobre todo si se recuerda que alguno de ellos fue responsable, en su momento, de “ciertos desastres” del pavimento del centro urbano.
Esperando al elegido (o elegida)
Todo apunta, no obstante, a que el misterio se resolverá antes de llegar a esos extremos. En el grupo socialista confían en que alguien acepte el cargo antes de que el acta llegue a los históricos de la lista.
Lo que sí parece claro es que la sucesión de Andrea Canelo no será inmediata ni rutinaria, y que el proceso de sustitución ha despertado una curiosidad generalizada en el entorno político y vecinal.
Así pues, el pleno del 28 de octubre podría tener su pequeño momento de suspense. Y, de paso, un toque de intriga digno de novela local: ¿Quién se atreverá a decir “sí, acepto” a una concejalía tan exigente como la de mantenimiento, residuos y limpieza urbana?
La respuesta, al parecer, solo la conoce la alcaldesa Barnusell… y su caja fuerte.