Una cifra que no cesa de crecer
Desde 2015, 18 682 pacientes han fallecido en Cataluña esperando una operación. La evolución anual es preocupante:
- 2015: 1.194 muertes
- 2020: pico de 2.271, vinculado a la pandemia
- 2024: 2.151 fallecidos, consolidando una tendencia persistente por encima de los 2 000 casos anuales
Esta cifra representa un incremento del 80 % en diez años. Ante tal hecho la portavoz nacional de Sanidad en Vox ha publicado en la Red X un contundente post denunciando a la Sanidad catalana.
☠️18.682 catalanes han muerto en los últimos 10 años esperando una intervención quirúrgica.
— María E. García Fuster (@MariaEGarciaFu2) August 11, 2025
¿La causa?
1) Falta de profesionales: exigencia C1 catalán.
2) Colapso por inmigración ilegal.
3) Despilfarro sanitario: la Generalidad nos roba.
¿Los culpables?
PSC y separatistas. https://t.co/FXIUYORXws
Demoras que lastran la atención sanitaria
El 32,5 % de los pacientes en Cataluña esperan más de seis meses por una operación, con una media de 145 días de espera. Solo tres comunidades autónomas superan esta cifra: Extremadura (media de 178 días), Andalucía (176 días) y Cantabria (151 días). En términos absolutos, Cataluña lidera el número de pacientes en lista: 196.911 a diciembre de 2024, lo que se traduce en una ratio de 25,10 pacientes por 1.000 habitantes, solo por detrás de Cantabria con 29,37.
Especialidades más afectadas
Las especialidades con más pacientes pendientes son:
- Traumatología: 45.993
- Cirugía general y digestivo: 41.529
- Oftalmología: 33.560
- Urología: 17.025
- Otras incluyen Otorrinolaringología, Cirugía maxilofacial, Ginecología, Cirugía vascular, Plástica, Pediátrica, Dermatología, Neurología, Torácica y Cardíaca.
Una crisis estructural sin freno
Aunque el Ministerio de Sanidad ha reiterado su compromiso para reducir estas demoras, los datos evidencian que las medidas existentes no han sido suficientes para revertir la tendencia. Asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios llaman a reforzar la coordinación interterritorial y mejorar la eficiencia del sistema para evitar muertes que podrían ser evitables.
Este panorama pone de manifiesto que el colapso quirúrgico en Cataluña no es un episodio pasajero, sino una crisis crónica que exige soluciones estructurales urgentes tras el paso de los diversos gobiernos nacionalistas que han estado preocupado, en los últimos años, por otras cosas en lugar de garantizar la salud a los catalanes.