Al final el BM Granollers se llevó el gato al agua y no sólo pudo aguantar la ventaja de tres goles del encuentro de ida en tierras suecas si no que logró pasar a la Fase de Grupos consiguiendo un +5 en la eliminatoria que casi nadie de los que estábamos en el Palau veía clara a cinco minutos del pitido final. Salvo Antonio Rama, el entrenador de este grupo de jóvenes valientes, que deberá cuidar en adelante su ritmo cardíaco si va a vivir muchos partidos como éste.
Estas son las manifestaciones de Antonio Rama a pie de pista, tras acabar el partido:
El encuentro fue prácticamente calcado al de la semana anterior en kristianstad: igualdad en los primeros 15 minutos y luego estirón de los suecos con diferencias de +2 y +3 hasta la reacción del Granollers que logró llevar el partido con empate a 15 a su media parte. Tras el descanso parecía que los chicos de Rama salían con la lección aprendida y apretaron lo suficiente en defensa para impedir buenos lanzamientos que, unido a las paradas del meta local Roberto Rodríguez, hicieron posible que la renta del Granollers alcanzara los cuatro goles de diferencia positiva en dos ocasiones, 20-16 y 22-18. A partir de ahí problemas de pérdidas de balón en ataque e interceptación en la línea de pase a los locales hicieron que el kristianstad empatara a 23, tras un parcial de 1-5 para los suecos, en el minuto 14:50.
Desde el minuto 16:30 que el pívot Montoya consiguió el 25-24 ambos equipos estuvieron ¡cinco minutos seguidos! sin marcar tanto alguno. En cualquier caso, los nervios y que el marcador alcanzara empates a 25, 26, 27 y 28 mientras transcurrían los minutos, beneficiaban claramente al BM Granollers que supo administrar su ventaja de tres goles conseguida en Suecia y, cuando todo estaba decidido, ampliarla a dos más con el 30-28 definitivo.
El Granollers vuelve a Europa, a la EHF que dos veces consiguió, por la puerta grande el día en el que fue recordado el técnico que consiguió tales gestas, Manuel Montoya, tras su fallecimiento. Descanse en paz.
