El Senador por Murcia, Paco Bernabé, denuncia la “pinza” PSOE-VOX contra el PP

LA DERECHITA VALIENTE SE HACE ROJA

En la política española pocas veces hemos asistido a un espectáculo tan grave de incoherencia como el que protagoniza Vox hoy en día. Un partido que nació proclamando su defensa de España, de la unidad nacional y del sentido de Estado, ha terminado convertido en el mejor aliado de Pedro Sánchez y de sus políticas corruptas y en favor de los separatistas. Lo que antes se nos presentaba como una alternativa patriótica, es actualmente el mejor freno a los únicos gobiernos que garantizan estabilidad, moderación y una gestión eficaz: los del Partido Popular.

la pinza VOX-PSOE
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Y el ejemplo claro lo tenemos en varias comunidades autónomas que hoy deberían estar avanzando con unos presupuestos serios y responsables, pero que se encuentran bloqueadas por la pinza política de Vox y el Partido Socialista, como son Baleares, Aragón o Extremadura, donde los gobiernos del Partido Popular se topan con un doble muro: el de la izquierda, y el de Vox, que prefiere castigar al PP antes que hacer frente al sanchismo.

El caso de Extremadura es paradigmático. Allí, la negativa de Vox a respaldar unos presupuestos pensados para atender a los extremeños ha desembocado en un adelanto electoral que nadie deseaba. La región, en lugar de centrarse en atraer inversión y mejorar su sanidad, su educación y su empleo, como proponía María Guardiola, tendrá que soportar una nueva campaña electoral por el simple capricho de quienes, desde la oposición, confunden la política con el cálculo partidista. ¿Quién gana con esta situación? Desde luego, no los extremeños, pero sí parece que los socialistas de Pedro Sánchez, que ven cómo la división del centroderecha que propicia Vox les regala oxígeno político.

Y lo que ocurre en Extremadura no es una excepción. En Baleares y Aragón se repite el mismo patrón: Vox y el PSOE yendo de la mano e impidiendo que los gobiernos del PP de Marga Prohens y Jorge Azcón saquen adelante los presupuestos. Es una alianza de hecho, que aunque sus protagonistas intenten disfrazar bajo una inexistente coherencia ideológica, la realidad es que esconde una pinza rojiverde que solo pretende bloquear de forma sistemática al PP. No es una táctica parlamentaria, sino una estrategia compartida, y que tiene un objetivo muy claro: debilitar al Partido Popular, el único capaz de ofrecer a España un proyecto serio y decente que acabe de una vez por todas con el sanchismo.

Un fenómeno que lamentablemente se repite también en la Región de Murcia, donde a pesar de ser una de las comunidades autónomas que más crece y más empleo genera de España, vemos como Vox y PSOE votan juntos con una frecuencia cada vez más alarmante en la Asamblea Regional. Y lo hacen para frenar las propuestas sensatas del Gobierno de Fernando López Miras y para intentar erosionar la estabilidad de una región que lleva muchos años siendo ejemplo de moderación y entendimiento. Y solo porque, simple y llanamente, comparten la misma obsesión: acabar con el Partido Popular.

Vox ha decidido convertirse en la muleta parlamentaria del PSOE murciano, algo que por desgracia está ocurriendo también en otros muchos territorios. Qué pena que un partido que decía que venir a regenerar la vida política haya terminado siendo el principal socio de quienes más daño están haciendo a España con su corrupción y sus cesiones a los separatistas.

Porque lo único cierto es que donde el Partido Popular gobierna, hay estabilidad y progreso, pero donde Vox bloquea, hay incertidumbre y ruido, algo que siempre es el mejor aliado del populismo, tanto del rojo como del verde. Porque ambos partidos se retroalimentan. El PSOE necesita a Vox para dividir al centro-derecha y seguir en el poder; y Vox necesita al PSOE para seguir agitando a la gente en la confrontación permanente e intentar arañar votos. Y mientras tanto, los únicos que salen perdiendo son los españoles, que se encuentran sin los presupuestos que necesitan para mejorar sus vidas, tanto a nivel estatal por culpa de Sánchez, como en muchas comunidades autónomas por obra y gracia de Vox.

Santiago Abascal lleva meses dedicando más tiempo a insultar al Partido Popular que a denunciar los desmanes del Gobierno socialista. ¿Por qué solo ataca a Alberto Núñez Feijóo, que está en la oposición, y nunca a Pedro Sánchez, que es el gran culpable de los males de España? Es una paradoja reveladora que quien dice defender la patria solo dirija sus ataques contra los únicos que ofrecen una alternativa real de gobierno frente al sanchismo. ¿Será porque tal vez no le interesa que salga el PSOE del poder, sino más bien acabar con el PP?

España necesita estabilidad y acuerdos, no bloqueos y crispación. Y para eso las fuerzas que compartimos una visión responsable de país debemos actuar con sentido común. El PP siempre está dispuesto al diálogo, pero eso no se puede confundir con aceptar imposibles, que es el camino de un Vox que, lamentablemente, ha optado por la vía del enfrentamiento por su exclusivo interés electoral, aunque eso suponga seguir dejando que gobierne el peor y más corrupto Partido Socialista que ha tenido España en su historia.

“La derechita valiente se hace roja” no es un simple titular provocador, es la constatación de la deriva de un Vox que está debilitando a las instituciones, paralizando a comunidades enteras y generando frustración en millones de ciudadanos que solo piden eficacia, moderación y sentido de Estado. Pero que tengan todos claro que el PP seguirá trabajando por ellos con firmeza y determinación. España no se construye desde la rabia ni desde el cálculo electoral, sino desde la responsabilidad. Y esa, hoy por hoy, es una virtud que solo el Partido Popular puede aportar a nuestra nación.

Francisco Bernabé Pérez.

Senador del Partido Popular

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