Esta toma de postura por parte del badalonés ha obligado al PP catalán a emitir un comunicado hoy mismo para combatir la acción “revolucionaria” del ex líder del PP catalán y diputado y, ahora, alcalde en Badalona. Reproducimos textual e íntegramente el comunicado que nos ha hecho llegar el PP desde su sede catalana:
“Desde el Partido Popular de Cataluña manifestamos nuestro firme rechazo tanto a la política lingüística del presidente Salvador Illa y sus socios separatistas como al denominado Pacte Nacional per la Llengua promovido por asociaciones como Òmnium Cultural y Plataforma per la Llengua.
El actual gobierno de la Generalitat continúa profundizando en un modelo basado en la imposición del catalán y la exclusión del castellano en el ámbito institucional y educativo. Esta política nacionalista está siendo claramente perjudicial para la convivencia entre los catalanes y también está siendo contraproducente para la propia lengua catalana.
El Partido Popular de Cataluña defiende un modelo verdaderamente bilingüe que promueva y proteja tanto el catalán como el castellano como lenguas cooficiales y patrimonio común de todos los catalanes. Creemos en una convivencia lingüística real, donde se respete la libertad de las personas y se garantice que ninguna lengua sea utilizada como herramienta de confrontación ideológica o exclusión social.
La riqueza lingüística de Cataluña debe ser un punto de encuentro, no un instrumento de división, como así demostramos en todos los municipios y ciudades gobernados por el PPC con políticas y actuaciones en defensa y promoción de la pluralidad lingüística de Cataluña. “
En cualquier caso, es evidente el distanciamiento del equipo de Alejandro Fernández, presidente y líder del partido en Cataluña, y sus tesis más duras contra el secesionismo y con la aplicación de mano dura en la implantación y obligatoriedad del catalán, respecto a la “pactista” de García Albiol que se ha postulado a favor de las tesis del PSC, de Junts, de Òmnium Cultural y de Plataforma per la Llengua. Como viene siendo habitual, en el PP catalán nunca hay ni descanso ni paz.