A través de unas maniobras nunca vistas anteriormente en democracia se ha "barrido" literalmente el terreno para que Gallardo acceda a ser diputado en la Asamblea de Extremadura y, por ende, aforado. Para allanarle el camino se ha hecho dimitir de su escaño a María Cruz Rodríguez Vegazo a la que se le había prometido una subsecretaria del Estado (aunque al final parece que se va a quedar sin ella), para más tarde hacer renunciar hasta a cuatro substitutos de la misma (Pedro Blas Vadillo, Virginia Borrallo, Juan Francisco Ceballos y María Dolores Fernández ) que constarían por delante de Gallardo para ocupar ese cargo.
Y todo este movimiento político rocambolesco, ¿para qué? Pues para conseguir que Gallardo esté protegido delante del tribunal por la condición de aforado que conseguirá. Y es que, al parecer, en el proceso judicial que busca esclarecer la verdad sobre la contratación de David Sánchez (hermano del Presidente del Gobierno) en la Diputación de Badajoz (del que es presidente Gallardo) aparece el mencionado Miguel Ángel Gallardo como imputado. La instrucción continuará y Gallardo continuará como imputado pero el juez instructor lo tendrá mucho más difícil con él.
Cuando se le ha preguntado el porqué unos días antes Gallardo negaba esta posibilidad y ahora la abraza entusiasmado, él responde que "todos tienen derecho a cambiar de opinión", lección aprendida, sin duda, de su líder político en la Moncloa.
Así, el PSOE de Sánchez protege a quien en su día protegió y avaló al hermano del Presidente para conseguir un puesto de trabajo, bien remunerado, sin tener que asistir nunca a trabajar.
No es el único caso. En proceso judicial también están los chanchullos del ex ministro y mano derecha de Sánchez, José Luís Ábalos, que "colocó" a sus amantes en empresas públicas falsificando currículos y permitiendo a alguna de ellas el no tener que ir a trabajar nunca.
Así hace las cosas el PSOE de Sánchez. Y lo explico para abrir los ojos de sus votantes.
Si votan al PSOE por simpatía, no lo hagan pues ya ven el nivel de corrupción que arrastra desde que Sánchez ha tomado las riendas del poder del partido, apoyando a quien le es fiel y castigando a los "librepensadores" que le tosen (Lobato en Madrid, Lambán en Aragón, García -Page en Castilla la Mancha o hasta históricos socialistas como Felipe González).
Si votan al PSOE por ideología les digo lo mismo. Esta máquina del poder en el que se ha convertido el PSOE de Sánchez no se basa en principios socialistas, sino que simplemente va al vaivén que le puede mantener en el poder bajo un férreo control de Ferraz.
Ya sé. tampoco el PP lo pone fácil, con sus casos de corrupción, sus cambios de criterio y con su incomprensible apoyo al presidente de la Comunitat Valenciana. ¿Entonces?
Quizás debamos mirar a otros lados, sin llegar a los populismos o empezar a pensar en cambiar las cosas, limpiando la política, de una vez por todas.
