La Estrategia Ferroviaria de Cataluña quiere responder a retos como la descarbonización o el crecimiento de la población

La Generalitat cambia la estrategia para el ferrocarril del 2050

El gobierno de la Generalitat de Catalunya ha aprobado una ambiciosa estrategia ferroviaria para el periodo 2025-2050 que pretende rediseñar la red de ferrocarril del territorio catalán hacia un modelo moderno, más distribuido territorialmente y con un protagonismo mayor del servicio público, donde se recogen elementos clave como la creación de estaciones de alta velocidad, una nueva empresa pública ferroviaria y la construcción de ejes que reordenan la conectividad regional.

vies de tren Foto Gencat
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Las 5 Claves de la estrategia

1.- Nueva empresa pública ferroviaria

Se impulsará la constitución de una entidad pública (o sociedad mixta bajo control autonómico) que gestionará servicios ferroviarios en Catalunya. Por ejemplo, la sociedad Rodalies de Catalunya S.M.E., S.A. —mixta entre el Estado y la Generalitat— servirá de paso hacia mayor autogestión.

2.- Tres nuevas estaciones de alta velocidad (AVE) y mayor alcance del AVE

Según se indica se prevé la construcción de tres nuevas estaciones de alta velocidad en Catalunya, con la intención de aumentar la conectividad del territorio y fortalecer la presencia del AVE.

3.- Dos grandes ejes que reordenan el mapa ferroviario

Se apuesta por una estructura ferroviaria que rompa con la lógica meramente radial (centrada en Barcelona) para favorecer ejes transversales y orbitales:

  • El llamado Eje Transversal Ferroviario, que conectaría Lleida–Girona pasando por el interior (Igualada, Manresa, Osona) y permitiría una vertebración más horizontal de Catalunya.
  • Una línea orbital que circunnavegaría el área metropolitana barcelonesa, conectando distintos núcleos sin pasar por el centro. Algo así como la alternativa al Quart Cinturó en versión ferroviaria.
    Tren descarrilado en Martorell

4.- Visión territorial y de largo plazo (hacia 2050)

La hoja de ruta pretende preparar Catalunya para un futuro con hasta 10 millones de habitantes, con distribución más equilibrada y ciudades conectadas, no sólo con Barcelona como centro absoluto.

5.- Sostenibilidad y carga de mercancías

El plan no sólo busca mejorar los servicios de viajeros, sino también potenciar el transporte ferroviario de mercancías (meta del 30 % según estándares europeos) y reducir la presión sobre las carreteras del litoral.

Importancia y efectos esperados

Para la movilidad: mejor conectividad entre núcleos urbanos y comarcales, más estaciones, mejores servicios, menor dependencia del coche privado.

Para el territorio: vertebración interior frente a la concentración de infraestructura sólo en el litoral y el área metropolitana.

Para la economía: facilidades de transporte atraerán inversiones, mejor acceso laboral y mayor competitividad territorial.

Para la sostenibilidad: más trenes, más mercancías, menos carreteras, menor huella de carbono.

Para la gobernanza: la esperada mejora en la gestión desde Catalunya y una empresa pública fortalecida podrían suponer mayor control y capacidad de adaptación.

tren renfe
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Retos e incógnitas

Financiación: Las obras ferroviarias son costosas y requieren sostenibilidad presupuestaria. ¿De dónde provendrá ese esfuerzo inversor: fondos europeos, estatal, autonómico?

Coordinación de competencias: Ferrocarril es un ámbito con competencias del Estado (infraestructura, Alta Velocidad) y de la Generalitat (cercanías, regionales). El cambio de gestión exige buen encaje.

Plazos y ejecución: El horizonte es 2025-2050, pero muchos proyectos requieren estudios, licencias, expropiaciones. ¿Cuándo arrancan concretamente las nuevas estaciones y ejes?

Impacto real en servicios actuales: Mientras se planifica el largo plazo, los usuarios de las redes actuales (por ejemplo, el servicio de cercanías) siguen exigiendo mejoras inmediatas.

Equilibrio territorial: Mejorar el interior sin dejar de lado el litoral y los graves cuellos de botella metropolitano será un reto político y técnico.

En definitiva, la estrategia ferroviaria anunciada marca un punto de inflexión en cómo Catalunya entiende su movilidad por ferrocarril: ya no como mero complemento del litoral o como red radial basada en Barcelona, sino como una red integral, distribuida, sostenible y con autonomía de gestión. El reto será que las promesas se concreten en plazos razonables, con financiación sólida y logros visibles para los usuarios antes de 2030.

Por sólo poner un dato real encima de todas estas promesas: la estación de AVE de la Sagrera lleva más de 15 años (desde el 2010) construyéndose y parece que rondará los 25 (2032 al 2035) su finalización: si se siguen esos plazos las soluciones a los problemas de hoy de la red ferroviaria catalana se traspasarán a otra generación posterior. Una barbaridad.

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