La dicotomía perfecta entre el ahorro (y la previsión) y el gasto (y el derroche)

​LA HORMIGA Y LA CIGARRA

A mí me la contaron de bien pequeño para enseñarme el valor del ahorro y la austeridad. En los tiempos actuales y para muchos jóvenes, quizás este mensaje no calaría.

Pero ¿y si trasladamos esta fábula a la política?

LA-HORMIGA-Y-LA-CIGARRA

Tal como está la política española y catalana nos encontramos en una clara dicotomía, con dos visiones opuestas de entender la economía.

Una, la del ahorro, busca no gastar de la hacienda pública y crear riqueza a partir de la iniciativa privada.

La otra piensa lo contrario. Hace falta que la hacienda pública encabece el gasto y quiere reducir la iniciativa privada a la mínima expresión.

Cualquiera puede entender que el muro que separa principalmente a la derecha y a la izquierda se basa en esto.

En España y por tanto también en Cataluña, las visiones de cómo va la economía actual del país pasan por el filtro del relato.

La opción de las izquierdas suena a más igualitaria, más a “entre todos lo haremos todo”.

Los hechos y la historia demuestran que cuando el crecimiento de una economía se basa solo en aumentar la deuda y el gasto público, el país se atasca y entra en crisis.

Sánchez afirma que la economía “va como un tiro” pero ciertos datos afirman lo contrario:

  • La deuda pública ha aumentado un 36% desde 2018 (año de entrada en el Gobierno de los socialistas).

  • Se toman medidas que van claramente en contra de los empresarios y de la iniciativa privada como son el aumento de impuestos y la reducción de la jornada laboral.

  • El paro general, el femenino y el juvenil duplica al de la media europea.

  • Seguimos sin presupuestos y nos mantenemos con la prórroga de la prórroga.

  • Se han malgastado los fondos europeos y ahora España tiene que dar muchas explicaciones a la Comisión Europea.

Contrariamente a todo lo anterior tenemos el hecho incuestionable de que la iniciativa privada aporta riqueza al país. Seguramente mucha más riqueza a unos (los poderosos) que a otros (la ciudadanía de a pie). También es cierto que sin control, la iniciativa privada y el mercado libre llevado al extremo genera una sociedad muy estratificada entre pobres y ricos.

Entonces... a la hora de elegir, ¿qué elegimos, cigarra o hormiga?

¿No habría un animalito que combine gasto y ahorro bajo un paraguas de justicia social?

Hay espacio político entre los dos lados del muro. ¿Qué animalito lo ocupará?

¡Que venga ya!

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