El rastro documental apunta a un choque: Torres presionando para destrabar contratos de test y mascarillas vinculados a la red de Víctor de Aldama; e Illa, en Sanidad, resistiendo, pidiendo tiempo o poniendo pegas técnicas. El titular que mejor condensa la escena —con palabras del propio Torres— sería: “No hay puta manera con Illa”.
Qué dicen los papeles (y los WhatsApp)
La pieza clave de este giro son los nuevos extractos incorporados por la UCO. De acuerdo con varios medios que han accedido al informe, Torres pidió “montante económico” y “nombre de la empresa” para empujar pagos a Soluciones de Gestión (la sociedad de la trama) “por influencia de Koldo”, y aseguró estar “encima” del asunto. La agencia Europa Press y EFE sitúan el punto en la reclamación de facturas en pleno 2020 y 2021, pese a las reservas de técnicos sobre calidad y legalidad.
El HuffPost y El Español añaden que la Guardia Civil encadena esas gestiones con reuniones y mensajes de coordinación entre Torres y Koldo, y que la presión se dirigía a que el Gobierno de Canarias liberara pagos millonarios por material sanitario cuestionado.
La fricción con Illa aparece explícita en los mensajes publicados hoy por El Debate: Torres escribe a Koldo que Illa le pidió “una semana” para los antígenos y, pasado el plazo, seguía “poniendo pegas”. De ahí estalla la frase: “NO HAY PUTA MANERA CON ILLA!! Le he pedido un jodido mes de prueba y ni así”. En ese intercambio, Torres incluso baraja “elevar” el asunto a Ábalos o a “Pedro” (el presidente del Gobierno) y se queja de que el bloqueo le “arruina” políticamente en Canarias.
El Confidencial, El Independiente y The Objective completan el cuadro: documentan oposición de funcionarias y técnicos del Servicio Canario de Salud, el canal directo de Koldo con el ‘número dos’ de Torres y expresiones del propio Torres reflejando la ansiedad por cerrar “el pelotazo” o “levantarlo para el aire” si no se resolvía. Ese lenguaje interno, lejos del BOE, ayuda a entender por qué el caso ha escalado del terreno penal al político.
La versión de Torres (y la respuesta política)
Torres niega delitos y sostiene que actuó con aval de los órganos de control, que no hubo sobornos ni trato de favor, y pide disculpas públicas a quienes —a su juicio— le han difamado. Pero, en paralelo, PP y Coalición Canaria exigen su dimisión, y la oposición amplifica el encuadre de “presiones” a funcionarios para favorecer a la empresa de Aldama. Hoy, radios y digitales abren con esas dos músicas simultáneas: defensa cerrada del ministro frente a un vendaval de reproches.
¿Qué pinta Illa en todo esto?
El papel de Illa aparece en dos planos. El documental, con mensajes en los que Torres se queja de la “resistencia” de Sanidad para autorizar o validar compras de antígenos y mascarillas, y el político-técnico, con un ministerio que —según Illa— sometía las ofertas a un “riguroso análisis” de solvencia y calidad. Si uno junta ambas capas, emerge una tensión clásica de la pandemia: presión política por soluciones rápidas vs. barreras regulatorias y técnicas en Sanidad. El choque, según los propios mensajes, lo gana Illa, que no flexibiliza y demora o frena la vía reclamada por Torres y Koldo.
El ángulo clave: el “bloqueo” como dique
El caso no sólo va de si hubo o no delito; también de qué diques funcionaron. A la vista del material, el “bloqueo” de Illa operó como cortafuegos administrativo: pedir tiempo, exigir informes, dudar de la calidad, y —en la práctica— no convalidar atajos que otros actores presionaban por abrir. Desde Canarias, ese bloqueo se vivió como una amenaza política para Torres (dependiente de socios y opinión pública en una crisis sanitaria), de ahí su lenguaje bronco y su impulso por “escalar” a Ábalos o a Moncloa. No pudo con Illa. Y esa imposibilidad es el corazón del relato hoy.
Cronología mínima para orientarse
- Abril–noviembre de 2020. Contratos y pagos por material sanitario (mascarillas, test) vinculados a Soluciones de Gestión; Sanidad (Illa) pide tiempos y pone reparos técnicos. Mensajes de Torres a Koldo para “desatascar”.
- 2024–2025. La UCO vuelca nuevos mensajes y atestados: presiones, solicitudes de montantes y nombres de empresa, reuniones y circuitos de influencia de Koldo en Canarias.
- 3–4 de noviembre de 2025. Publicaciones sincronizadas (EFE, Europa Press, El Confidencial, El Independiente, HuffPost, El Español): detalle de chats, rol de Koldo, defensa de Torres y petición de dimisión por la oposición.
Qué queda abierto
El recorrido judicial. La UCO ha enviado material a la Audiencia Nacional; habrá nuevas diligencias, y el peso penal de las “presiones” o de las decisiones de gasto se dirimirá en sede judicial, no mediática.
La responsabilidad política. Aunque Torres insiste en su inocencia, la traducción política de empujar pagos a una empresa hoy bajo foco judicial es un coste evidente; la oposición ya ha pedido su salida.
El papel de Sanidad. La documentación hoy conocida refuerza la idea de que Illa no cedió. Sea por convicción técnica, prudencia jurídica o ambas, ese “bloqueo” funcionó como límite institucional a la presión cruzada.
Conclusión: Torres no pudo con Illa y su bloqueo.