El partido Cree propone romper con esta dinámica cómoda y opaca. Su propuesta de listas abiertas no solo es una medida democrática: es una declaración de valentía frente a un sistema que ha protegido privilegios y mediocridades.
Con listas abiertas, ya no basta con ser el "número 10" en la lista porque llegaste a un acuerdo con el partido, aunque nadie sepa quién eres, aunque trabajes poco, aunque tu único mérito parezca ser tener un apellido compuesto que suena bien en los pasillos. Esa época toca a su fin.
Esta medida confronta directamente a quienes nunca han competido de cara al ciudadano, a quienes se han escudado tras pactos, equilibrios internos y cuotas. Ahora deberán ganarse el voto, el respeto y la confianza, porque serán los votantes, no los despachos, quienes decidirán.
En @CreeOficial proponemos #ListasAbiertas:
— Cree Oficial (@CreeOficial) July 21, 2025
Tú decides TODO, no los partidos
✓ Eliges candidatos directamente
✓ Controlas quién te representa
✓ Fin a las imposiciones#DemocraciaReal #Libertad #españa #politica #parati #TuDecidesTodo pic.twitter.com/bZyDYnIyaP
Claro que no es una medida mágica. Como toda herramienta democrática poderosa, exige pedagogía, implicación ciudadana y tiempo. Existe el riesgo de que se vote por popularidad o imagen, pero eso también nos reta: nos invita a informarnos, a debatir, a exigir perfiles preparados y comprometidos.
Y ese proceso es exactamente lo que fortalece a una democracia de verdad.
No sorprende que más de uno se incomode con esta propuesta. Pero esa incomodidad no es un defecto: es síntoma de que por fin se toca algo real, profundo, decisivo. Listas abiertas no es maquillaje político. Es cirugía democrática.
Con esta medida, tú decides quién te representa. Decides quién tiene las ideas, la trayectoria y la ética necesarias para ocupar un cargo público. Decides si quieres renovar, premiar, castigar o explorar nuevas voces. Y lo haces nombre a nombre, voto a voto.
El partido Cree ha puesto sobre la mesa una propuesta que nos devuelve el poder como ciudadanos. Una propuesta que incomoda a algunos, pero que puede entusiasmar a muchos. Porque la democracia no es comodidad: es elección, es implicación, es responsabilidad.