El Servei Català de Trànsit incorporará seis radares en remolque que se instalarán en distintos puntos de la red viaria de Cataluña con alta concentración de accidentes.
Estos radares son dispositivos fijos pero móviles, ya que pueden desplazarse a cualquier punto de la red, no requieren conexión eléctrica y pueden permanecer instalados durante varios días. Realizan un seguimiento dinámico del vehículo durante unos metros para determinar la velocidad y pueden detectar excesos de velocidad en varios carriles.
Funcionan con conexión a Internet, lo que permite gestionar la infracción de forma inmediata. Siempre serán visibles para los conductores y están diseñados para resistir actos vandálicos.
Cabe destacar que, en los tramos donde se ha instalado un cinemómetro, la siniestralidad ha disminuido entre un 65% y un 80%. La velocidad supone un alto riesgo de accidente y es causa de lesiones más graves, por lo que se hace necesario su control en cualquier punto de la red viaria catalana.